Soy el portador gratuito
de este orgullo imposible
una ferrea estupidez
que llevo en mi sangre.
El inutil estandarte
de mi pensamiento de acero.
Que no le sirve a nadie.
Soy el hombre que se enrosca
en la tortura diaria
de dar vida
al un sueño de un niño
que nunca llega a alcanzarse.
Un terco alumno aplicado
que no encuentra maestro
a quien repetirle el delirio
de una preciada leccion.
Tan bien apredida!
Soy el que se desgasta
cada vez que me asaltan
mis anhelos melancolicos
figuras de un pasado tristísimo
que de cuando en cuando regersan, engañosas
en agradables brisas
de un antaño ingenuo
y benévolo
tal vez, consuelos
piadosos, de un futuro
por siempre oscuro
que ya se dijito condenandome
a ser un testigo resignado
un habitante fronterizo
de un mundo de otros
que se resiste siempre
en cada tropiezo del destino
a ser el mio.
Pero pese que le pese
a ese rio
a esa maligna corriente
que insiste
luego de reñir a uñas y dientes
con la vida
en convertirme
en un hombre comun
soy y seré
lo que nunca diré
lo que nunca confiaré
lo que quedará irremediablemente guardado en mí.
Porque es lo unico que es mio.
