Saturday, May 20, 2017

Final real.

Te incité a ver
la triste película de Benjamin Buttom,
esa fría madrugada
Hasta casi las cuatro.

Solté, como un último regalo, mis lágrimas
esas que pocas veces afloran
que sólo vos has conocido
Y siempre son de tristeza.

Después, nos fuimos, mudos
a la cama, solo a dormir.
Para ser fieles testigos
de la muerte lenta y segura del amor

Te nombré, e intente sin éxito
ponerte entre mis brazos
traerte, sólo un momento
a mi parte de tu vida

Me resigné a tu distancia
a no culpar a mi torpeza
ni a mi cobardía canalla de no pedirte perdón,
ya era tarde para todo.

Fue, como una guerra sangrienta 
y lacerante, Que sólo duró un segundo.
Di media vuelta, suspire. Y estúpidamente aliviado
me dormí, mirando, a oscuras, la pared...

No nos tomó una vida completa
retroceder todo lo andado
solo accionó, ese maldito instante
donde todo estuvo dispuesto, pero  nada se pudo

Desde ese momento, cada vez que me duermo
espero morir en cada noche,
para no mortificarme más con el recuerdo
de nuestras soledades extraviadas  sin remedio.