Saturday, July 12, 2014

Perigeo

Me han dicho, que esta misma noche
los incansables astrónomos
han advertido, infantílmente entusiasmados,
que la luna, la eterna doncella inalcanzable
se dignará, unos miles de kilómetros,
para acercarse hacia mí.
Entonces,  este pobre cuerpo silencioso
de muchacho desesperado,
envuelto en el estrépito mudo
de su propia tragedia privada
(una calamitosa función
para una sola persona)
busca estirarse,
llegar hasta el borde
de la vereda,
tratar de besar
a la luna, inmensa y amarilla
que ha llegado a esta hora
hasta casi la esquina de mi casa...

Y no llego.
No la alcanzo.
Quisiera negar
la absoluta realidad
de esta tristeza
que hace rato
se me fue de las manos,
o que quizás
ya estaba barajada
como una tirada de naipes implacables
para mi
ya mucho antes de nacer.

Y mi boca queda amarga
y vacía
dejándome el sabor
de la falta substancial
de ya no sé... qué cosas...
(y eso es, ni mas ni menos,
lo que significa la Tristeza)

Mientras la oscuridad ignora
plácidamente, como es debido
mis cavilaciones,
solo transcurre,
acunando impunemente
mis expectativas,
mi soledad,
y esta descontrolada pena
que cada vez se toma mas confianza
mientras va desvelando
su insaciable vocación mortal.





Friday, July 04, 2014

Noctámbulo

Este extraño
y sereno mundo
es el mío,
que de improviso
se volvió tierno tutor
de mis recuerdos germinales,
mis especulaciones
de niño solitario y soñador.
No necesita, este universo
de la embriaguez
y de las policromías:
en discretas transiciones
de oscuros azules
y secos verdeolivas,
increíbles añiles
 e incesantes grises
derrocha, siempre sereno
su esotérica vida.
Van mi conmigo
en esos tonos
mi sentir
y se vuelve íntimo deleite
la contemplación
del mudo espacio,
etéreo y silencioso,
de los edificios en descanso,
La sabia calma
de los mudos arboles,
exhalando el oxigeno,
renovando,
en generoso trance,
la vida, que otra vez reirá
cuando de su sueño
en la aurora se eleve
el sol esplendoroso.

Pero yo me quedo
en este suave mundo
de la noche,
concebido para el confort
de mi vieja alma,
sin espectros,
ni amenazas de tormentos
que me provoquen
algún angustiado desvelo.
Ya que me he sentido por fin
emplazado en mi oscuro paraíso
cobijado en el futuro
Cuando transporté
la penumbra misteriosa
de la concepción infantil
del infinito
(en las raíces de mi vida)
a esta noche, fría,
pero tranquila.
al dejarme llevar, sin temores
por mis pasos de hombre
en la mansedumbre arquitectónica
de mudas y misteriosas galerías.