Un simple trago
De ginebra
Te calienta
Te exita
Te anima
Te embriaga
Te eleva
Te calienta las entrañas.
Cómo el beso de una mujer

Una gran mujer
Puede ser mucho más que eso
Cien veces más noble
O cien veces más terrible
Un trago de ginebra
Sigue a otro trago
Solo tienes que pedirlo
Y después pagarlo
Una mujer te deja,
se acaba.
Y ya no hay cuerpo que lo soporte.

Volver a estar solo

Ya no necesitarla,
sino, por el contrario,
ser un fiel practicante
de una sabia calma

Volver a estar solo
volver a mi mundo
llevar a mi alma, otra vez,
a su estado  de paz

Seguir aprendiendo
a leer el lenguaje
que besa y que muerde
feliz y  funesto, en toda mujer, .

Permitirme el lujo,  el peligro
con consecuencias y regocijos
de enamorarme, imprudente
de una triste mirada

Saber olvidar
hacer el intento (soy humano) de perdonar.
Encontrar el lugar, donde desechar,
punzantes mensajes, como dichos al pasar...

Encontrarme a mi mismo
reflexionar
tener la tranquila oportunidad
de saber quien fui, y quien soy, en realidad.

No hay manera, con que pagar,
tantas chances, de crecer, de regresar a mi
Si al fin y al cabo
volver a estar solo, es volver a vivir.

llegar

Es noche de fiesta
en un instante de paz
de algún tiempo de guerras.
Ansioso, el jinete
cabalga por el oscuro sendero
busca llegar, prontamente
a la plaza del pueblo.
Mientras tanto, va soñando
con encontrar
las luces, las voces
el vino, las risas.
y un ansia y un brillo
en sus pupilas
que mostraran
a su princesa, cien veces
mas bella.

Erguido se asoma
sobre la linea del horizonte
buscando avistar
las primeras luces
de la aldea.
Paciencia, se dice, a si mismo
y sonríe, a ver a las estrellas
saltando, aún mas que él, ansiosas
en el azul abismo del cielo

Pero él todavia no lo sabe
ha errado muy pronto, al partir
por culpa de sus juveniles atropellos
el camino correcto.
El fallido sendero, ignora
solo lo llevará, traicionero
al centro del bosque
donde hace cien años
murió, enfermo, el viejo pueblo

Exaltado, sigue en su siniestro sueño
sin percatarse, de anormales señales
índices del lugar escondido.
Alucina o piensa, (ya no hay diferencia)
abstraído,  que llega,
encuentra a todos contentos
a su dama, que lo acaricia
lo abraza, lo llena de besos...

Su caballo, ya exhausto,
pero fiel compañero
no detiene su marcha,
como si fuera una gigantesca fuerza
la que lo lleva, lo empuja
por el oscuro camino,
que a la nada conduce
negro y sin fin.

Y de tanta alegría
tanto entusiasmo
la expectativa constante
del hallar al pueblo, tal como el, excitado
el corazón del jinete revienta
ahogado en borbotones
de esperanza
mientras su pobre corcel
sigue avanzando.
con marciales jadeos
al mismo ingrato destino

Por fin, en el calmo amanecer
del centro del bosque
donde se diluye todo recuerdo,
el animal se recuesta,
muere en silencio,
mientras del joven inerte
de su lomo se desploma
ya dormido en su imperturbable descanso.
y de sus labios desborda por siempre
entre sus blancos dientes resecos
la eterna sonrisa de la muerte.