Solo una palabra

Ya no te espero a vos.
Ya no espero nada,
ni siquiera a un amigo.
Mucho menos a Dios,
solo espero una palabra
que venga a rescatarme.
No tengo idea de cuál sea,
ni en qué momento
 entrará en escena.
solo tengo fé en ella.
No sé si será mi nombre
entonado en una voz muy dulce
o tal vez imperativa y neutra
convocándome, sin prisa, a la muerte.
Solo espero a ESA palabra
pero no llega.
Y el tiempo pesa.
Y los años pasan y pesan.
Y en la maraña de más palabras
Epítetos, insultos, malsanos eufemismos
De los que se va nutriendo mi cerebro
no la encuentro.
Ni siquiera en el estrepito
mas mudo
de la noche más absurda
ni en el descuido del fragor
del día más largo y bochornoso.

Sé, solamente
que de imprevisto, llegará
(causará algo asi, cómo un estruendo)
sabré, entonces, que es la indicada
porque, de pronto, cesará el tormento
De esta cruenta espera. De este ingrato silencio.

A quien corresponda

Después de haberse hecho, uno,
tantas preguntas en la vida
se da cuanta, en el momento justo
que las malditas respuestas llegan
sin ninguna invitación.
Asi, es como el dolor
tan privado, ingrato y solitario
nunca es tan potente como parece,
las lagrimas, en torrente derramadas
solo son un tímido afluente
del rio de la ridiculez.
Como un rayo, de repente
cobijamos la idea clara
de que el amor no es una compra
ni un proyecto de futuro
que complica a otros
mientras nos deja el corazón tranquilo.
Que las desgracias, ornamentadas de espanto
eran oportunidades, de las buenas
en empaques de contrabando.
El dinero, que va y que viene
es importante solo cuando sabemos
que a la hora de las verdades, da lo mismo no tenerlo
La soledad, a la que tanto se le teme
es en el fondo, como la tierra negra
que ensucia los sueños, pero los acaba germinando
Esta misma noche, que me sentí vacío
sin importarme el peligro
volví caminando a mi casa
escuchando a Sting
esquivando transeúntes mas perdidos que yo
y fui consciente, sin quererlo
de que mi vida siempre fue un mundo de tesoros
unos mas bellos que otros
mientras creía ser victima del olvido
había alguien que sabia mi nombre
Que tenia también quien me espere en casa
y por quien tengo deuda contraída en esta vida
mientras pensaba que nada merecía
En esta noche tibia y amiga
que empezó con duda y un poco de desidia
quisiera decirle, aunque no sepa quien fuera
que esta detrás de todo esto
darle las gracias
A quien corresponda,
a ese que no conozco, si se trata de el
que orquesta el mundo
y en él, mi realidad
la que parece, en un comienzo, tan difícil
pero al final, uno comprende, dulcemente, todo.