Elixir

Es ley que lo que hace demasiado bien a los desamparados, siempre nos este vedado....


Te descubrí
Un segundo antes de perder la esperanza
(Nunca sabré cuando fué
pero sucedió)
Me acompañaste
en las dosis adecuadas, al principio.
Pero necesite más
y me arriesgué
Lógicamente
de tanto bien
me terminaste
haciendo mal..

Dicen que entre la cura
del bendito remedio
y el veneno implacable
solo existe una
insólita diferencia
de cantidades.
Eso fue lo que paso
el cálculo se confundió
con lo incontrolable
que conlleva el amor.
Después, te busqué
no te encontré
cómo yo quería.
Siempre la ilusión será
Más exagerada
Que la verdadera necesidad,
pero ese será el sello
de esta historia,
tan absurda como real.
Al menos para mí.

Contraindicada para mí salud
y mi felicidad
tendré que vivir
con tu sequía
¡Tanto que me diste
Si saberlo!
¡Tanta vida que creía pérdida!
Este pobre tipo
Amigo de la tristeza y los excesos
Alucinó unos minutos más,
Solo eso. Tal vez un accidente.

La verdadera gracia
y dignidad
del autentico borracho
consiste en no arrepentirse
De lo actuado, gozado o sufrido
por su pobre cuerpo
desde siempre maltrecho.
Aún mucho antes, del encuentro
Con su querido elixir asesino.

Por la misma razón
que esté lamento no es enojo
sino bruta elegía
volvería, mil veces
A desear otra vez,
una y otra vez,
el triste encuentro
Con tu mirada de miel
Y desconsuelo.
Que marcó mi vida.

Extremos

Si tu espíritu se balancea
en la opción, pesada e insidiosa
que reposa entre amar u odiar
a quienes hacen alarde de quererte
es tan terrible la querella
entre tu deseo y la razón,
que no sabes si es la astucia
o la estupidez del corazon
quien debe gobernar
esa ridícula pantomima
que de tanto en tanto
entre botellas y penas
reconoces como tu vida.

Dejaste de tenerle miedo
a las consecuencias del divino castigo
tan tarde...
y ya sabes que bien suena
el viento, sus armónicos
suspiros de placer y muerte
cuando estas al borde del abismo
(es el filo de los áridos peñascos
el que que con su dureza
hace cantar a la roca)

Siempre será la muerte
y este derecho tan natural a la melancolía
mi propia melancolía
las que hacen de esta torpe y parca existencia
una historia solo importante
para un solo destinatario
Una historia para ser contada nunca jamas
a nadie, solo vivirla.

Amy Adams

Pasa mi viejo
frente al televisor
y de repente
queda paralizado

Es solo un instante
detiene el paso
apoya su baston
y exclama ¡Ooooh!

Es Amy Adams, que sale,
vestida de princesa,
fulminante,
desde una alcantarilla...

No hay nadie ya
que me pueda convencer
sobre otra demostración plausible
de las leyes de la genética.

No se elige

Yo no quise
ni pretendo
ser poeta...
¿que tipo de idiota ambiciona
que le pasen tantas cosas ingratas en la vida
para después andar contándolas
en metáforas, imagénes glorificadas

Habrá otros, quizás
que tengan cosas tan bellas
como huecas, para decir
Salud, por ellos
un sentido pésame para sus familias

Es que es como una fiebre
por la que se escapa el dolor
una manera de aligerar
ese pesado lastre
que amargamente llamamos destino.

Si tal vez, uno piensa, hubiese sido mejor
no haber sido un  instruido
no encontrarse jamas con las letras
tener una felicidad silenciosa
carente de voz y sufrimiento

Pero que gana uno
sabiendo que tiene el verbo
como quien tiene una bala
esperando,  que alguna suerte
la libere de la locura solitaria del tambor

Nadie, en sus cabales,
pide ni ruega, ser poeta
es solo un delirio de niño pretencioso
y maldición, para el hombre, que miró pasar al amor
y eligió quedarse, atónito, la vida entera
sentado al cordón de  la vereda de la muerte

Milagro

Será por algo
que me olvidé,
este sábado a la tarde
que me estaba suicidando.

El alfa y el omega
mefistóteles  o el pez,
los mormones que pasaron  por la esquina
la pandemia de caniches...
será que conseguí, por fin,
que Milagros me ayudara a volver a la ginebra

O tal vez, sera
Que al fin de cuentas
Todo es obra y arte de tu sombra,
tu maldita sombra
que a mi pesar,
aún me agita.

Hoy, domingo

Con edulcorada decepcion
Termino transitando
Otra vez, la soledad
De viejos y lejanos días

Las oscuras equinas
Me hablan con palabras nuevas
Susurrándome al oído
Otros versos de melancolía

El tiempo, que ya dejó
Por siempre, la magia
De los ritos infinitos
Hoy pinta su borde, y me retiene.

Y en esta campana de vidrio
Que ha trastocado mi vida
Camino, en silencio, hoy, domingo
Consolando penas, endureciendo mis fibras

Doble tarea, inesperada
Doble dolor, jamás previsto
Cuidar el brote, que me trasciende
Buscando el sentido, de porque existo

Cuánto durará, este martirio
Si he dejado de ser yo, en el camino
Si la mala noticia, de este interminable día
No exhalaré,  mi último suspiro, este domingo,

Inventario de los daños.

Te ofrecí, tan ingenuo y deslumbrado,
esperando que "sean de tu  agrado"
(y porque fuiste a mi, a pedirlas)
una selección privada
de mis últimas y mas selectas sonrisas

Y junto al cuidadoso embalaje de ternura
me olvide, por esas coas que uno no previene, separar
dejarme, para mi uso personal
un poco del cariño, que por esos días
mi corazón, torpemente entusiasmado, destilaba.

Del pedido de presencia y de sonrisas,
las mejores que en muchos años pude cosechar,
Solo recibí un "bien y gracias".
Después, como vuelto inesperado,
en mi pecho rebotó un seco golpe de silencio

No te culpo, yo sabía
que para entrar, en una vida,
primero hay que tocar dos veces, presentarse
sobre  todo en aquellos corazones
en que una protectora sombra cuida de la puerta

Sin importarme los daños acusados
pienso y me resisto, al intentar la cura del olvido
en ese cara a cara, de respuestas necesarias, que faltó,
en esa mirada muda y dolorida, que todavía no resisto.
la sutura de esta herida, que  dejo caprichosamente  demorada

Pero a mi, que ya no me queda otro recurso
que tomar  los hechos como inamovibles.
Me queda solo respirar profundo
y meditar que, sin embargo, no me escapo de la regla:
también me podía pasar, como a cualquiera,

No siempre lo que se sueña y espera, termina siendo lo que sucede.
Los cuerpos buscarán, mil veces, causales de estrellarse
unos contra otros, sin pausa ni piedad
porque están alimentados, por fortuna, con el ansia de romperse
Por eso es que amor siempre será una triste caja de sorpresas.

Un simple trago
De ginebra
Te calienta
Te exita
Te anima
Te embriaga
Te eleva
Te calienta las entrañas.
Cómo el beso de una mujer

Una gran mujer
Puede ser mucho más que eso
Cien veces más noble
O cien veces más terrible
Un trago de ginebra
Sigue a otro trago
Solo tienes que pedirlo
Y después pagarlo
Una mujer te deja,
se acaba.
Y ya no hay cuerpo que lo soporte.

Volver a estar solo

Ya no necesitarla,
sino, por el contrario,
ser un fiel practicante
de una sabia calma

Volver a estar solo
volver a mi mundo
llevar a mi alma, otra vez,
a su estado  de paz

Seguir aprendiendo
a leer el lenguaje
que besa y que muerde
feliz y  funesto, en toda mujer, .

Permitirme el lujo,  el peligro
con consecuencias y regocijos
de enamorarme, imprudente
de una triste mirada

Saber olvidar
hacer el intento (soy humano) de perdonar.
Encontrar el lugar, donde desechar,
punzantes mensajes, como dichos al pasar...

Encontrarme a mi mismo
reflexionar
tener la tranquila oportunidad
de saber quien fui, y quien soy, en realidad.

No hay manera, con que pagar,
tantas chances, de crecer, de regresar a mi
Si al fin y al cabo
volver a estar solo, es volver a vivir.

llegar

Es noche de fiesta
en un instante de paz
de algún tiempo de guerras.
Ansioso, el jinete
cabalga por el oscuro sendero
busca llegar, prontamente
a la plaza del pueblo.
Mientras tanto, va soñando
con encontrar
las luces, las voces
el vino, las risas.
y un ansia y un brillo
en sus pupilas
que mostraran
a su princesa, cien veces
mas bella.

Erguido se asoma
sobre la linea del horizonte
buscando avistar
las primeras luces
de la aldea.
Paciencia, se dice, a si mismo
y sonríe, a ver a las estrellas
saltando, aún mas que él, ansiosas
en el azul abismo del cielo

Pero él todavia no lo sabe
ha errado muy pronto, al partir
por culpa de sus juveniles atropellos
el camino correcto.
El fallido sendero, ignora
solo lo llevará, traicionero
al centro del bosque
donde hace cien años
murió, enfermo, el viejo pueblo

Exaltado, sigue en su siniestro sueño
sin percatarse, de anormales señales
índices del lugar escondido.
Alucina o piensa, (ya no hay diferencia)
abstraído,  que llega,
encuentra a todos contentos
a su dama, que lo acaricia
lo abraza, lo llena de besos...

Su caballo, ya exhausto,
pero fiel compañero
no detiene su marcha,
como si fuera una gigantesca fuerza
la que lo lleva, lo empuja
por el oscuro camino,
que a la nada conduce
negro y sin fin.

Y de tanta alegría
tanto entusiasmo
la expectativa constante
del hallar al pueblo, tal como el, excitado
el corazón del jinete revienta
ahogado en borbotones
de esperanza
mientras su pobre corcel
sigue avanzando.
con marciales jadeos
al mismo ingrato destino

Por fin, en el calmo amanecer
del centro del bosque
donde se diluye todo recuerdo,
el animal se recuesta,
muere en silencio,
mientras del joven inerte
de su lomo se desploma
ya dormido en su imperturbable descanso.
y de sus labios desborda por siempre
entre sus blancos dientes resecos
la eterna sonrisa de la muerte.

Retirada.

quien va a creer
que pueda existir
tanto dolor
que no quepa
en una sola vida.
Si parece un chiste.
por eso te ries,
sin querer,
pero te ries.
Y que otra cosa puedo hacer
que buscar una decisión inteligente
sacar el lugar de aterrizaje
que tiene tanta pena.
Hice las cosas tan mal
y a la vez tan bien,
un trabajo tan limpio
que puedo desaparecer asi, nomas,
en un instante.
No me extrañaras
todo sucederá
de una manera muy simple
pero triste (al menos para mi)
Como hacen los perros viejos
que no quieren hacer sufrir a sus amos
cuando les llega
La sombra de la muerte
y se pierden entre las calles
de la ciudad.
Solo para hacer, con humildad
 espacio para sus nuevos sueños.

Santa Rosa

Entusiasmado e ingenuo
otra vez, me sorprendo
adorando espejismos.
Deliro con que la agitación
aun  existe en mi.
Lo que pasa, es que estoy mirando
otra vez,
 pobre de mi,
al inmundo mundo
con el cristal equivocado.
Mi realidad, no es ésta,
es parte del pasado.
¿Quién es, que ha llamado
mi puerta tantas veces?
Me sigo haciendo el estúpido
la respuesta es una sola:
La muerte, esa loca
que desde años
vive enamorada de mi.
Y han pasado por mi vista
cientos de personajes
tantos, que causan mareo.
No es la vida, ni el destino
ni el Karma, ni Dios
mucho menos la suerte
los que cargan con la culpa
de este lapso
insistente, ridículo
y siempre absurdo...

He sido siempre yo
inyectándome mi propio veneno
¿quién mas podría saber
la dosis adecuada?
¿quién más podría hacer del néctar
el mismo cáncer que me da y me quita
toda mi existencia?

Nadie es culpable
no hay responsables
al abismo de mis días iniciales
al horror coagulado de la falta de palabras
atascado impertinente, en el ojo de la vida
le debo esta fascinación mortal
que trato de conjurar
cada noche
a la luz de esta mentira
tan real como cualquiera
que soy yo.

A  la intensidad del calor sensual y turbio
le siguen negros nubarrones de locura y duda
como siempre, la vieja historia
todo se pierde, sin ninguna explicación
en poco menos de un segundo.
Mefistóteles, su sonrisa
llega al rescate
la lluvia, las corridas
el viento, otra vez el frío.
Si, otra vez  frío y el silencio.
Un calabozo infinito, interminable
con cascarón de paraíso
será mi infierno, por siempre.
A la vista de incrédulos testigos.

Pormenores

El Amor tiene lo suyo:
la felicidad en pagaré
el sexo, en la agonía del placer
la generosidad del "vos también"
la honestidad y del "solo Vos"
la sinceridad del "nunca mas"...

Pero está la ingratitud
del dolor indescifrable
que desde el alma
te termina contagiando el cuerpo
lo que inició como un elixir
acaba siendo una herida sin remedio

Sin embargo, nadie es obligado
asumimos todos, el mismo riesgo
a cambio de qué, no lo sabemos
sinceramente, todos ignoramos
enamorados, irresponsables, los perjuicios
sin especular, los costes y estropicio

Una y otra vez, nos disponemos
alegremente, a mentirnos
creyendo, inutilmente
falsear lo inmutable de nuestros destinos
Una y otra vez, caemos en la trampa
y de no caer en el engaño, siempre fingimos

Y ciegamente adoramos
los sentimientos, como santificados.
Por mas que lo sufrimos, lo aconsejamos
saltamos al vacío, tantas veces
como creemos necesario
sin importarnos tanto daño.

Al final de todo este camino
hacemos un balance estrafalario
decimos que en la vida no hay sentido
para aquel pobre que no ha amado
Sin embargo, en secreto y cual sea el resultado
terminamos, todos, llorando.

Por aqui paso un amor

Hay algo mas

que una mirada perdida y triste.

Hay un silencio abrumador

que nos lo cuenta todo,

sin decirnos nada.

Hay un corazón

que a la luz de microscopio

sabemos, no volverá, 

a ser, nunca mas, el mismo.

Por aquí paso el amor,

a quien le sucedió

 y con muy pocas señales

comprenderá y verá

que en ese rincón

ha quedado un alma desolada.

Dependerá, de ahora en adelante 

de la victima en cuestión

los costes de la reparación

tal vez, quedará, para siempre

como área desbastada,

por los siglos de los siglos

como una capilla, un oratorio

perdida en lejanas latitudes

el recuerdo gris y doloroso

que guiará, como un espectro rencoroso

el camino, de un espíritu

por siempre, dolorosamente 

gobernado...

O tal vez resurgirá, 

cantando una canción con alegría

una mañana azul, tibia y luminosa

saldrá a caminar, otra vez, la vida

con un salvoconducto

con una leve cicatriz

con la que le mostrará, a todo el mundo

que ha tenido, igual que  todos

la misma suerte e idéntica desdicha.

Y tendrá también el Don

de darse cuenta

para decir, al ver pasar

a un silvestre ser

en iguales condiciones

"No es nada, ya dirá, el tiempo

Por aquí paso un amor

fue solo un tropiezo

que dejo un encantamiento

que dejo a un alma, enamorada"

Tres palabras

Sueño, todas las noches
con tu risa, tus gestos
la delicadeza de tu mirada sabia
y me despierto
tristemente ilusionado
cuando mi conciencia se atropella
con el maravilloso encanto
con el que me emborracha tu recuerdo.

Aunque creas que tienes
miles de problemas
tu frescura de frutal generoso
tu espíritu de gacela
la flor de la vida
eso sos, para mi.

La felicidad inalcanzable
la buscamos todos
y vos la tenés
tan veraz y subrepticia
en cada uno de los pliegues
de tu sincera sonrisa,
aunque me cuentes que lo ignores...

¿Cómo hago para explicarte?
¿Sin ser tan obvio con este paso en falso
que igualmente termino dando
por vos?

Saber.

Mi mano sobre tu hombro
guìa hoy, a  tu mirada, que viaja
hacia tantas cosas, que te resultan nuevas.
Esta, mi mano débil, y herida
a veces torpe y temblorosa
imperfecta, demasiado humana

Miramos juntos a lo lejos
jugamos mas a inventar preguntas
que a contestarlas
y con lógica incertidumbre
me pregunto, preocupado, si  los dos
vemos los asuntos del mismo modo

Entonces mi mirada
toma el lugar de esta mano maltrecha
y te colorea un mundo
mi mundo, este mundo maldito
que he logrado hacerte posible de habitar
a dura pena. Pero nunca con mentira.

Sé, con mas coraje que tristeza
que nada dura una eternidad
el sagaz aliento paterno no dura para siempre
mucho menos el tirano tiempo
que suele ser el necesario
para soñar cualquier empresa

Son, me excuso, las distracciones
con que nos entretiene la vida
las que creemos importantes
y que cuando nos sorprende el horizonte de la muerte
solo sabemos, que no sabemos
ni tenemos, lo pertinente.

Mi mano sobre tu hombro
mi mas tierno beso en tu frente
una mirada por naturaleza estrecha
la insuficiente herencia de mi nombre
 sobre tu nombre,  tan azarosa como un baluarte
o como la espada de Damócles

Nada puedo dejarte que valga
un segundo extra, una chance  mas en la vida
nada puedo dejarte
que te asegure una lagrima de menos
solo estas palabras preocupadas y mas preguntas
que como un juego, guien tu senda, pero con alegria.

Sabrás, que sin quererlo,
todos enseñan, pero no muchas cosas
valen la pena, al detalle, saberlas
salvo aquellas que comienzan, humildemente
poniendo la mano sobre tu hombro
ayudando a que mi pobre saber, eche algo de luz,  sobre tu vida.

Homenaje

Hoy te celebro Amor
con la memoria hipertrofiada
de recuerdos de tantas inquietudes
a la mitad de camino
y sabores de tantas frustraciones
alimento de almas agujereadas.
Rogando que el próximo invierno
no se empalague de tantos perdedores,
que nos permitas en el futuro
tapar el sol con un dedo
el tiempo mas o menos
equivalente a media vida.
Y que deje de ser, en tus dominios
la mejor solución, siempre
que la muerte alivie la carga de tu destino.

¿On so vó?

                                                                                     
Todo pasaba en una esquina
la del correo,
la del yoquei
el Cine gran Rex y la Camiseria Rigars
Las gargantas bramaban
eran bullangueras
después, se hicieron quilomberas.
Días grises
y bombas de estruendo.
Noches gloriosas.
con bruma símil-londinense de choripan
Partidos de fútbol
festejos o broncas,
paros generales o mundiales
ejércitos enteros
de pantalones Topeka, pata de elefante.
Un día/noche desaparecieron
y nadie preguntó.
Daba lo mismo
El enardecimiento tenía un nombre
Se llamaba "Cólon y General Paz"

¿Habrá sido el Big-Bang?
que todo se hizo mas grande?
las dentaduras cultas, mastican,
entre los restos de Corega,
un severo: "se aggiornó".
Se desalojó un colegio
y se fueron todos a saltar
las alegrías y quimeras
al patio, que extrañamente,
resultó estar en la calle.
Mas raro, todavía
el patio hoy es una fuente,
la vedette fracasada de una plaza invisible.
El chori, paso  a ser el vernáculo pez globo
y antes, simplemente, era comida


¿Y on so vó?
En todo ese movimiento...
¿Qué hiciste de tu vida
mientras cruzabas ese largo puente
sobre un ancho, ancho río
de fernet, cerveza y vino?
Querías ser del Partido Obrero
para que te esputaran la palabra "zurdo"
hasta de la bocas de tus amigos.
Hoy, has quedado pendeviejo
no querés que nadie se entere
que te gustaba mas que a nadie
morir el sábado a la noche
en un baile de cuarteto.

Sufriste por tu vieja
y por esa mina
a la que no le moviste un pelo
y que ahora, de mas vieja
de lo que llego a ser tu pobre madre,
tampoco te va a dar bola.
Fuiste y viniste por las calles
leiste La Voz, primero
para buscar laburo.
después, para informarte
del partido,
y al final
para ver cuál de los amigos
se fué, el último domingo.

¿On so Vó?
¿Sos se acá, fuiste de acá?
¿O ya no te acordás?
A los amigos de afuera les fingís
que todavía te gusta salir a caminar
por la Cañada, la quinta Santa Ana
pero apenas venís, te querés ir
de vuelta a Mendiolaza.
y sin embargo, como a aquella mina
 esa vieja mina,
que te sigue comiendo la cabeza,
y jamás te va a dar pelota,
a tu Córdoba, aún la amas.

Final real.

Te incité a ver

la triste película de Benjamin Buttom,

esa fría madrugada

Hasta casi las cuatro.

Solté, como un último regalo, mis lágrimas

esas que pocas veces afloran

que sólo vos has conocido
Y siempre son de tristeza.

Después, nos fuimos, mudos

a la cama, solo a dormir.

Para ser fieles testigos

de la muerte lenta y segura del amor

Te nombré, e intente sin éxito

ponerte entre mis brazos

traerte, sólo un momento

a mi parte de tu vida

Me resigné a tu distancia

a no culpar a mi torpeza

ni a mi cobardía canalla de no pedirte perdón,
ya era tarde para todo.

Fue, como una guerra sangrienta 

y lacerante, Que sólo duró un segundo.

Di media vuelta, suspire. Y estúpidamente aliviado

me dormí, mirando, a oscuras, la pared...

No nos tomó una vida completa
retroceder todo lo andado
solo accionó, ese maldito instante
donde todo estuvo dispuesto, pero  nada se pudo

Desde ese momento, cada vez que me duermo
espero morir en cada noche,

para no mortificarme más con el recuerdo

de nuestras soledades extraviadas  sin remedio.

Agridulce. (No pretendo)

No te preocupes
si me he acercado
de una manera imperceptible
hacia tu vida, tranquila.
No pretendo
que las estrellas, agitadas
se columpien a nuestro alrededor
ni que el sol aparezca
por otro lugar, fantástico,
que no sea el viejo y remanido naciente
del origen de los tiempos.
Como no pretendo
que tu pétreo gesto
de intocable ninfa
dibuje, en una sonrisa,
mi nombre, intoxicando
alguna frase
con la palabra "amor".
Ni tampoco que este cuerpo, siniestrado,
de muchacho abandonado
en último tramo de su vida triste
te deslumbre. Yo lo sé.
Es solo un poco de curiosidad
algo morbosa,
por desvelar algún motivo
de decepción. Pero no amargura.
No he pasado a señalar
con la punta de mi dedo
y mi lengua maldita
algún rincón inadvertido de tu desdicha
No me interesa, infligirte
daño alguno.
Tampoco amarte
en ninguna de las formas
generosas, honestas, ni engañosas
Solo mirar, hacia atrás
y hacia adelante
y seguir mi arte, de enredarme
entre mis inquietos mareos,
que me empujan, dulcemente
hasta los días de mi próxima y lejana muerte.